En la zona sur de la isla, dentro del municipio de Sant Josep de sa Talaia se esconde una cala muy especial, Cala Llentia. No lo es porque sea de las calas más visitadas de la isla de Ibiza, sino por dos elementos icónicos que esconde en sus proximidades, y que son lugar de peregrinación habitual de residentes y turistas bien informados para ver el famoso reloj solar de Andrew Rodgers y el monumento conocido como las puertas de Ibiza.
Como llegar
Para llegar a Cala Llentía debemos dirigirnos a Sant Josep, dirección Cala Comte. Un kilómetro antes de llegar a Cala Comte, debemos coger un desvío a la izquierda por un camino de arena señalizado como “Cala Codolar”. Atravesamos la entrada a una zona residencial hasta que llegamos a una explanada donde podremos dejar nuestro vehículo para continuar unos 150 metros a pie. Aquí tenéis su ubicación.
El reloj solar
Al final de este sendero encontraremos el primer monumento, conocido como el reloj, formado por 13 columnas, siendo la más alta de 24 metros de altura. Doce de las columnas se sitúan de forma circular, mientras que la decimotercera, que es la más alta y tiene un ligero baño de oro en su parte superior para reflejar la luz del atardecer, está situada en el centro. El autor de esta obra es Andrew Rodgers, que la tituló como “Tiempo y espacio”.
Rodgers es un escultor contemporáneo, que inició en 1998 un proyecto de 56 esculturas megalíticas repartidas en 16 países que tituló “Rythms of Life”. Según Rodgers, la obra de Ibiza está alineada con el solsticio de invierno y simboliza el movimiento de los planetas alrededor del sol. El fundador del Circ du Solei Guy Laliberté fue el impulsor del proyecto, y el que según cuentan, hizo traer los materiales desde Turquía para ser ensamblados en menos de una semana en su ubicación actual. De forma popular también se conoce esta obra como el “Stonehenge Ibicenco”, o el “reloj solar de Ibiza”.
Las puertas de Ibiza
A poco más de 100 metros dirección Cala Codolar y visibles desde las columnas, se encuentra otro pequeño monumento de autor desconocido, formado por dos puertas encaradas que simbolizan una habitación. Están decoradas con grabados árabes, algunos de ellos simbolizan a la diosa Tanit. La diosa Tanit fue una de las más importantes diosas de la mitología cartaginesa.
No solo se la conoce en Ibiza, también se le rendía culto en muchos lugares del Mediterráneo (el norte de África, Líbano Chipre, Cerdeña, Sicilia o Benidorm) que pertenecieron al imperio cartaginés. Pero sin ninguna duda, fue en Ibiza donde la adoración de Tanit se hizo más palpable y donde se han encontrado diversos templos de adoración. Tanit fue la Diosa del amor, la fertilidad, la vida, la prosperidad, la cosecha, la muerte y la luna. Fue una de las diosas más importantes de los cartagineses, ya que defendía una isla sagrada, como era Ibiza, defendida de animales venenosos.
Desde estas puertas, con el ángulo adecuado se puede contemplar también de forma alineada el famoso islote de es Vedrá, haciendo de este punto un lugar icónico para sesiones de fotos, y siendo un hotspot de las redes sociales más utilizadas también para disfutar de la puesta de sol con un ángulo diferente,